Me envía su serenata
con la luz de las estrellas,
amor infinito en ellas
que el hijo no desacata.
Hoy la nostalgia me impacta...
y me salva su presencia:
Dios- Padre sabia existencia,
gracias por todo lo andado,
si alguna vez te he fallado,
mi verso pide clemencia.
No será tierra extranjera,
si verguenza tiene el hombre,
por eso nadie se asombre,
si aquí siembro una palmera...
En mayo que más quisiera
poder abrazar al hijo,
mi amor con amor me exijo,
sé bién, que lo va a entender,
lo tengo y voy a tener,
en mi pensamiento fijo.
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